Hay datos del Reino Unido, que sugieren que los pacientes asmáticos, principalmente con asma grave, deben ser tomados como de alto riesgo a desarrollar Covid-19 grave. Dada la superposición de síntomas, como tos y disnea, el Covid-19 debe ser considerado como un potencial gatillo viral en pacientes con crisis asmática, hasta que contemos con estos concluyentes.
Una pre-publicación del Reino Unido reportó sibilancias en algunos pacientes con Covid-19. En casos leves y moderados, la evaluación telefónica, de ser posible con el agregado de videollamada, puede ser suficiente para el manejo. Si el paciente suena con disnea o le cuesta terminar las frases, procurar consulta presencial. Se pueden utilizar distintos scores para evaluación remota. Siempre tener en cuenta si los síntomas actuales son similares a los que tuvo en una crisis asmática previa, si mejoran con el uso del broncodilatador, y si tene síntomas de rinitis alérgica, altamente sugestivos de que el episodio actual sea una reagudización de su asma crónico.
Se proponen acá características del examen y de la historia que pueden ayudar a diferenciar una exacerbación asmática del Covid-19. Es muy importante establecer si en pacientes ya tuvo admisiones hospitalarias por asma o uso de corticoides sistémicos en los últimos 12 meses (sugestivo de asma grave, y de mayor riesgo de deterioro).
Revisar siempre el uso de su medicación crónica con LABA y corticoides inhlalatorios, así como su técnica de aplicación, además de su plan personalizado de manejo de asma, si cuenta con él.
Respecto a la examinación, evaluar si luce con disnea, uso de músculos accesorios, si presenta sibilancias audibles, son signos de alarma. El paciente puede aportar además la frecuencia cardíaca, podemos medir la frecuencia respiratoria, y si cuenta con los elementos, datos de saturometría de pulso o peak flow. Tener en cuenta que el paciente también puede tener otras enfermedades respiratorias, tales como una neumonía bacteriana o un TEP. No completar la oración, FR >25, PF <50% del esperado, FC >110 LPM, o ante duda clínica de asma grave, procurar consulta presencial urgente, con el EPP adecuado. En ausencia de los elementos antes descriptos, si todo sugiere una reagudización asmática leve a moderada, el manejo puede ser remoto acordé a las guías actuales.
Es fundamental el seguimiento de cerca del paciente, dentro de las 24 horas. Las crisis asmáticas que van a requerir admisión hospitalaria tienden a evolucionar relativamente lento en 6 a 48 horas, sin embargo, el deterioro puede ser rápido y empeorar durante la noche, por lo que siempre dejarle pautas claras y que el paciente llame a la emergencia en ese caso.