Cada vez son más las universidades en Argentina que ofrecen carreras a distancia y el número de inscriptos va en aumento. La mayoría de los estudiantes tienen entre 25 y 39 años de edad. Esta tendencia cuestiona el mito de que la etapa universitaria es aquella que continúa al secundario en tiempos cronológicos. Aquí te cuento algunos datos interesantes y cuáles son las ventajas y desventajas de estudiar a distancia.
Cada vez son más las universidades en Argentina que ofrecen carreras a distancia. Esta modalidad de estudio se ha vuelto muy popular en los últimos años debido a la flexibilidad que ofrece, permitiendo a los estudiantes adaptar sus estudios a sus horarios y responsabilidades diarias. Un listado completo de universidades públicas argentinas con carreras a distancia a bajo costo o gratuitas lo podés encontrar acá (1).
Las ventajas de estudiar a distancia son numerosas.
En primer lugar, permite una mayor flexibilidad horaria, lo que permite a los estudiantes continuar con sus trabajos y otras responsabilidades mientras estudian. Además, el acceso a los materiales de estudio es generalmente en línea, lo que permite a los estudiantes trabajar a su propio ritmo y desde cualquier lugar con una conexión a internet. Otra ventaja es la posibilidad de interactuar con estudiantes de todo el mundo, lo que enriquece la experiencia de aprendizaje y amplía las perspectivas culturales. Además, la mayoría de las carreras a distancia ofrecen precios más accesibles en comparación con las carreras presenciales.
Tomando datos de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) de Argentina, el número de estudiantes inscriptos en carreras a distancia ha ido en aumento en los últimos años. Según el informe, en 2019, se registraron un total de 149.934 estudiantes en carreras de educación a distancia en Argentina. Esto representa un aumento del 41% en comparación con el año 2015, cuando se registraron 106.156 estudiantes.
Un 64 % de los inscriptos son mujeres y la mayoría de los estudiantes tienen entre 25 y 39 años de edad (tomo estos datos a modo referencial y evitando la variable del efecto pandemia que supone, de por sí, un crecimiento exponencial en la decisión y en la oferta de la educación a distancia).
La educación a distancia, por otro lado, vino a destruir el mito de que la etapa universitaria es aquella que continúa al secundario en tiempos cronológicos. Estos datos le quitan el peso simbólico al adolescente de verse socialmente presionado en la idea de que no hay otra opción, al terminar el colegio, que no sea la universidad.
Según un informe del Ministerio de Educación de Argentina, en el año 2019, el 30,7% de los estudiantes universitarios tenían 25 años o más. Es decir, más de una tercera parte de los estudiantes universitarios argentinos son mayores de 25 años. Este porcentaje ha ido aumentando en los últimos años, lo que sugiere que cada vez más personas están optando por continuar su educación más tarde en la vida.
El informe también destaca que la mayoría de los estudiantes mayores de 25 años se inscriben en carreras a distancia o en carreras de educación continua, de modo que estas modalidades de estudio son especialmente atractivas para los estudiantes mayores.
Sin embargo, también existen algunas desventajas en el estudio a distancia. En algunos casos, los estudiantes pueden sentirse aislados y tener dificultades para conectarse con sus compañeros y profesores. La dimensión emocional de sentirse parte y miembro de un grupo o de una institución es influyente en gran medida en la continuidad o abandono de los estudios.
Además, se necesita una gran cantidad de autodisciplina y motivación para completar con éxito una carrera a distancia, ya que los estudiantes deben organizarse y administrar su tiempo de manera efectiva.
En conclusión, la oferta de carreras a distancia en Argentina se ha expandido en los últimos años y es una alternativa a considerar no solo en la exploración de universidades y carreras que adoptan esta modalidad, sino en las ventajas y desventajas que ofrece. Y, sobre todo, poder hacer el ejercicio de relacionar toda la información con las características de personalidad de cada quien a fin de pasar el análisis por el tamiz subjetivo.
