En una investigación de la Universidad de Sídney, publicada en Diabetes Care (1), y comentada en Medscape (2), analizaron en qué momento del día, es más beneficioso realizar actividad física aeróbica de moderada a alta intensidad. Lo resumimos en INFOMED.
PUNTOS CLAVE
- La obesidad se relaciona directamente con el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 enfermedad cardiovascular, enfermedad microvascular, y de morir prematuramente, entre otras tantas afecciones.
- La actividad física es un aliado para prevenir o tratar la obesidad, así como los otros factores de riesgo cardiometabólicos enumerados.
- Un grupo de investigadores de la Universidad de Sídney, analizó cuál es el mejor momento del día para llevar adelante una actividad física aeróbica de moderada a alta intensidad, con relación a sus beneficios sobre la salud cardiovascular y la posibilidad de morir.
- Tomaron del Biobanco del Reino Unido información de casi 30 mil participantes con obesidad, de los cuales, casi 3000 tenían diabetes tipo 2. Gracias a acelerómetros y encuestas, analizaron en qué momento del día realizaban la mayor parte de la actividad física de moderada a alta intensidad. Los siguieron por casi 8 años, en busca de enfermedad cardiovascular o, microvascular. Registraron también la mortalidad. Los que no hicieron actividad física fueron el grupo control.
- El riesgo de morir fue más bajo en el grupo de actividad física nocturna de moderada a vigorosa (61% menos) e incluso menor en el subgrupo de diabetes tipo 2 (76% menos), comparado con el grupo control.
- El riesgo de morir fue menor en los grupos de actividad física por la tarde (40% menos) y por la mañana (33% menos), comparado con el grupo control.
- El mayor beneficio sobre la mortalidad y el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular y microvascular se observó en el grupo de actividad física nocturna.
- El grupo de actividad física aeróbica de moderada a vigorosa nocturna tuvo, además, un riesgo menor de enfermedad cardiovascular (36% menos) y microvascular (24% menos) que el grupo de referencia.
- Entre los participantes con obesidad y diabetes tipo 2, la actividad física aeróbica de moderada a vigorosa intensidad, realizada por la noche (de 6 p.m. hasta la medianoche), se asoció con un menor riesgo de morir, así como de desarrollar enfermedad cardiovascular y microvascular.
Cuestión de peso
La obesidad es un factor de riesgo importante e independiente para el desarrollo de diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular y enfermedad microvascular, así como de morir prematuramente.
Estas asociaciones están impulsadas, en parte, por desequilibrios en las adipocinas relacionados con la obesidad, con la inflamación crónica, con la resistencia a la insulina y con la consiguiente intolerancia a la glucosa secundaria a esta última.
Una importante ayuda
Realizar actividad física de moderada a vigorosa intensidad, particularmente aeróbica, es una estrategia terapéutica conocida para mejorar los factores de riesgo cardiometabólicos.
Aunque históricamente toda actividad física de moderada a vigorosa intensidad, independientemente de la duración del ejercicio, se ha considerado un reflejo de la actividad aeróbica, es posible que los periodos muy cortos de esta no activen realmente el sistema de energía aeróbica.
El músculo esquelético depende predominantemente de vías de energía anaeróbicas para satisfacer la demanda repentina de energía hasta los primeros 3 minutos de la actividad física de moderada a vigorosa intensidad, y después de esto, recién domina el metabolismo aeróbico.
La evidencia reciente sugiere que, la acumulación de sesiones de actividad física aeróbica, de moderada a vigorosa intensidad, se asocia con un menor riesgo de morbilidad y mortalidad cardiovascular, en comparación con la acumulación de sesiones más cortas NO aeróbicas.
Debido a que la obesidad y la diabetes tipo 2 se asocian con una desalineación o desincronización del ritmo circadiano, y de procesos metabólicos alterados, particularmente durante la noche, la modulación del momento de la realización de la actividad física de moderada a vigorosa intensidad puede compensar las variaciones diurnas en la tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la insulina, lo que podría conducir a mejoras duraderas en la salud y en la morbilidad cardiovascular.
Ensayos aleatorizados recientes sugieren que el realizar ejercicio aeróbico al final de la tarde o por la noche produce mejoras superiores en el control de la glucosa, que las generadas por el ejercicio aeróbico matutino.
Sin embargo, no está claro si el momento de la actividad física aeróbica de moderada a vigorosa intensidad se asocian con resultados a largo plazo, como la morbilidad y la mortalidad, entre personas con variaciones diurnas exacerbadas en la intolerancia a la glucosa.
Un nuevo estudio en busca del momento perfecto
En busca de respuestas a estos últimos interrogantes, en Australia llevaron adelante un estudio, con el objetivo determinar la asociación entre el momento de la actividad física aeróbica de moderada a vigorosa intensidad, la mortalidad y la incidencia de enfermedad cardiovascular y microvascular, entre adultos con obesidad, y en un subgrupo de estos con además diabetes tipo 2.
Los investigadores analizaron los datos del Biobanco del Reino Unido de 29.836 participantes con obesidad (índice de masa corporal › 30).
La edad media de los participantes fue de 62.2 años. El 53.2% fueron mujeres.
Incluyeron, en esta población con obesidad, un subgrupo de 2.995 paciente qué además tenían diabetes tipo 2 (alrededor del 10%).
Todos fueron inscriptos entre 2006 y 2010.
-La actividad aeróbica se definió como series que duraron ≥ 3 minutos, y la intensidad de la actividad se clasificó como ligera, moderada o vigorosa, utilizando los datos del acelerómetro (a partir de aplicación de teléfonos o relojes Inteligentes), recopilados por los participantes.
Los participantes se estratificaron según el momento del día en que ocurrió más del 50% de su actividad física aeróbica de moderada a vigorosa intensidad total:
- Mañana (de 6 a. m. a < 12 p. m.)
- Tarde (de 12 p. m. a < 6 p. m.)
- Noche (de 6 p. m. a < 12 a. m.)
Aquellos que no realizaron sesiones de actividad física aeróbica, fueron considerados el grupo de referencia o control.
La asociación entre el momento de la actividad física aeróbica y el riesgo de morir por todas las causas, así como el de desarrollar enfermedad cardiovascular y microvascular (neuropatía, nefropatía o retinopatía) se evaluó durante una mediana de seguimiento de 7.9 años.
Los resultados: ¿Qué encontraron en este estudio?
El riesgo de morir fue un 61% más bajo en el grupo de actividad física aeróbica de moderada a vigorosa nocturna (índice de riesgo, HR o Hazard Ratio, 0.39), comparado con el grupo control.
Esta asociación fue más marcada en el grupo de pacientes con obesidad y diabetes tipo 2: en efecto, en estos el riesgo fue un 76% menor de morir (HR, 0.24), comparado con el grupo control.
El riesgo de morir fue menor en los grupos de actividad de la tarde (HR, 0.60) y de la mañana (HR, 0.67), comparado con el grupo de control (un 40 y 33% menos riesgo de morir, respectivamente).
El grupo de actividad física aeróbica de intensidad moderada a vigorosa intensidad nocturna tuvo un menor riesgo, además, de desarrollar enfermedad cardiovascular (HR, 0.64) y microvascular (HR, 0.76), que el grupo control (es decir, tuvo un riesgo un 36 y 24% menor que grupo control).
Las conclusiones: ¿Qué nos deja este estudio?
Entre los participantes con obesidad, y en particular con diabetes tipo 2 agregada a la obesidad, la actividad física aeróbica de moderada a vigorosa por la noche se asoció con un menor riesgo de morir, así como de desarrollar enfermedad cardiovascular y enfermedad microvascular, comparado con los otros momentos del día para realizar esta actividad, así como con los que no realizaron actividad física aeróbica alguna.
Los resultados de este estudio enfatizan, que más allá del volumen diario total de actividad física de intensidad moderada a vigorosa, la importancia del horario de su realización, particularmente por la noche, un momento que se asoció consistentemente con el menor riesgo de morir, en relación con otros períodos de tiempo.
Al ser un estudio observacional, no se puede sacar conclusiones acerca de una relación de casualidad. Además, la población del Biobanco del Reino Unido es solo de esta región.