Conociendo los efectos deletéreos del SARS y del MERS en el embarazo se planteó la necesidad de conocer cuál es el riesgo real de las embarazadas en la actual pandemia. Los primeros registros comparativos señalaron mayor incidencia de complicaciones obstétricas y neonatales en pacientes gestantes con COVID-19.
Resulta de alto impacto la publicación en JAMA del estudio observacional, longitudinal, prospectivo INTERCOVID, desarrollado en 18 países, incluida la Argentina. Se enrolaron durante ocho meses mujeres gestantes mayores de 18 años con diagnóstico clínico o microbiológico de COVID-19. Por cada una de estas participantes se enrolaron dos mujeres gestantes sin diagnóstico ni síntomas de COVID-19 en edad gestacional similar.
Se definieron tres objetivos primarios basados en índices de: morbilidad y mortalidad materna, morbilidad neonatal grave, morbilidad perinatal grave y mortalidad, siendo los objetivos secundarios los componentes de dichos índices. Se enrolaron 706 mujeres gestantes con diagnóstico de COVID-19, 92.9% con diagnóstico microbiológico/radiológico, de las que presentaron test positivo 44% eran asintomáticas. También se enrolaron 1424 mujeres gestantes sin COVID-19 con iguales características demográficas, con una leve diferencia en tasa de sobrepeso (48.6% en gestantes con COVID-19, 40.2% en gestantes sin COVID-19).
En mujeres con COVID-19 fueron mayores las incidencias de hipertensión inducida por embarazo (RR 1.46), preeclampsia/eclampsia (RR 1.76) e infecciones con requerimiento de antibiótico (RR 3.38), con mayor riesgo de ingreso a UTI (5.04) y derivación a centro de mayor complejidad (6.07), siendo la estadía en cuidados intensivos 3.73 días mayor en este grupo.
La mortalidad en la población con COVID-19 fue de 1.6% (11 fallecimientos, tasa de
159/10000), documentándose un fallecimiento (de causa neoplásica) en grupo control. En las gestantes con COVID-19 también fueron mayores la tasa de partos por cesárea, nacimiento pre término (RR 1.59), distress respiratorio (1.70), bajo peso al nacer (RR 1.58), siendo preeclampsia/eclampsia/HELLP, retardo de crecimiento intra uterino y distress respiratorio las principales indicaciones de parto pre término.
Las tasas de nacimiento pre término de causa espontánea fueron similares, así como las de ruptura prematura de membranas. La edad gestacional al momento del parto fue 0.6 semanas menor en el total de mujeres con COVID-19 y 0.8 semanas menor en los casos sintomáticos. Con diagnóstico de COVID-19 el riesgo de morbilidad neonatal grave (índice SNMI) fue significativamente elevado (RR 2.66), lo mismo ocurrió con el riesgo de morbilidad y mortalidad peri natal (índice SMMPI) (RR 2.14).
De los neonatos hijos de mujeres con diagnóstico de COVID-19 testeados (84.8% testeados en las primeras 48 hs) el 12.9% resultaron positivos. La tasa de cesáreas en este grupo fue de 72.2%, en neonatos negativos hijos de madres positivas 47.9% y en hijos de madres negativas 39.4%, siendo el parto por cesárea el único factor independientemente asociado a positividad del neonato (RR 2.15). No se halló asociación entre lactancia materna exclusiva y positividad del neonato.
En mujeres positivas asintomáticas el riesgo de evolución desfavorable fue menor, siendo el más elevado en mujeres positivas con comorbilidades/sobrepeso. El análisis separado por país arrojó riesgos relativos muy similares al análisis sin
discriminar.
Este estudio prospectivo es una evidencia sólida que ha sido tomada por distintos
organismos para considerar a las embarazadas como nuevo grupo de riesgo y reforzar medidas de control y prevención como, por ejemplo, su prioridad en la estrategia de vacunación.