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Cambio climático: ¿Cuál es su impacto en la salud de nuestros adultos mayores?

Un Punto de Vista de JAMA a cargo de expertos de prestigiosas universidades de Estados Unidos y Canadá analiza el impacto del cambio climático en la salud de una población muy vulnerable: los adultos mayores (1). Lo resumimos en INFOMED.

Puntos Clave

  • Los adultos mayores son especialmente vulnerables a las olas de calor debido a su capacidad reducida para regular la temperatura corporal, lo que aumenta el riesgo de complicaciones graves como golpes de calor y deshidratación.
  • La mortalidad relacionada con el calor ha aumentado considerablemente entre los adultos mayores, lo que hace urgente que los sistemas de salud adopten medidas preventivas, como el monitoreo regular y el acceso a lugares frescos.

  • La exposición prolongada a condiciones climáticas extremas afecta la función cognitiva, lo que es especialmente peligroso para aquellos con enfermedades como Alzheimer, quienes pueden no reconocer los síntomas de golpes de calor.

  • La mayor prevalencia de enfermedades crónicas en los adultos mayores aumenta su riesgo ante los efectos del cambio climático. Las condiciones como enfermedades respiratorias, cardíacas y renales pueden empeorar debido al calor extremo o la contaminación del aire.

  • Las comunidades deben involucrarse en la creación de redes de apoyo para los adultos mayores, como sistemas de “amigos” que ofrezcan acompañamiento y asistencia en días de calor extremo o durante desastres naturales.

  • Los adultos mayores que viven en áreas sin acceso a aire acondicionado deben ser dirigidos a centros de enfriamiento, hospitales o espacios públicos con temperaturas controladas, para reducir el riesgo de problemas relacionados con el calor.

  • El cambio climático intensifica el aislamiento social de los adultos mayores al interrumpir redes sociales y recursos comunitarios. Detectar y abordar el aislamiento es crucial para preparar a los pacientes para eventos climáticos extremos.

  • La planificación anticipada ante desastres climáticos debe incluir el desarrollo de planes de evacuación adaptados a las necesidades de los adultos mayores con discapacidades funcionales y aquellos que dependan de dispositivos de movilidad.

Cambio climático y envejecimiento: caminando de la mano

El cambio climático y el envejecimiento de la población avanzan al mismo tiempo, y se espera que el número mundial de adultos mayores se duplique en las próximas 3 décadas.

Las temperaturas extremas, los desastres climáticos y la contaminación del aire causados por el cambio climático tienen múltiples efectos sobre la salud, como la aparición o el empeoramiento de enfermedades, y la interrupción de la atención médica.

El promover el bienestar de los adultos mayores requiere mejoras en la práctica clínica para reconocer, gestionar y mitigar mejor los impactos del cambio climático en la salud.

Cambios relacionados con la edad e impactos del cambio climático en la salud

Los adultos mayores corren un mayor riesgo de sufrir efectos sobre la salud relacionados con el clima debido a los cambios fisiológicos del envejecimiento, una alta prevalencia de enfermedades crónicas y el deterioro funcional, el uso frecuente de ciertos medicamentos recetados y mayores tasas de deterioro cognitivo y aislamiento social.

Además, un menor ingreso económico, sumado al aislamiento y la discriminación relacionada con la demencia, resulta en una exposición amplificada a los peligros climáticos, y a una menor capacidad de respuesta y de mitigación de su impacto.

Integración del cambio climático en la atención clínica y la prestación de servicios de salud

Los marcos clínicos existentes sobre el cambio climático se han centrado en las poblaciones generales de adultos y niños, con marcos limitados específicos para los adultos mayores.

Existen 3 escenarios de cambio climático, cada uno con sus probables medidas de mitigación.

# Calor extremo

En 2023, el mundo experimentó el año más cálido registrado, y hubo 2.325 muertes relacionadas con el calor en los Estados Unidos. En efecto, la mortalidad relacionada con el calor en este país aumentó un 3.6% por año entre 1999 y 2023.

A nivel mundial, la mortalidad relacionada con el calor entre los adultos mayores aumentó un 85% entre 1990 y 2000, y entre 2013 y 2022.

El calor extremo puede causar:

  • Golpe de calor (una entidad potencialmente mortal).
  • Exacerbación de enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, respiratorias y renales.
  • Aumentar el riesgo de síndromes geriátricos como la hipotensión ortostática y las caídas.

Los adultos mayores con enfermedades relacionadas con el calor pueden presentar cambios cognitivos como delirio, y quienes se caen corren el riesgo de sufrir lesiones.

Los adultos mayores que padecen enfermedad de Alzheimer y demencias relacionadas, tienen un riesgo particularmente alto de ser hospitalizados durante el calor extremo, y el riesgo es mayor entre las personas asiáticas, negras e hispanas (es decir, las minorías más vulnerables en Estados Unidos).

Los adultos mayores que viven con demencia tienen una termorregulación deteriorada y pueden tener dificultades para reconocer o comunicar los síntomas de las enfermedades relacionadas con el calor.

Las recomendaciones clínicas para mitigar los efectos del calor extremo en la salud de los adultos mayores incluyen:

  • Aumentar la ingesta de líquidos.
  • Usar ropa más ligera.
  • Permanecer en el interior.
  • Usar aire acondicionado si está disponible.

Existen ciertas alternativas al uso aire acondicionado, que incluyen:

  • Aumentar la protección solar a través de contraventanas o plantar árboles.
  • Combinar el uso de ventiladores con la humectación de la piel.

Los ventiladores eléctricos por sí solos son insuficientes para regular la temperatura corporal central en los adultos mayores cuando la temperatura ambiente supera los 35 °C.

A los adultos mayores que no tienen aire acondicionado en el hogar se les puede indicar que acudan a “centros de enfriamiento”, o se les puede recomendar que pasen tiempo en entornos públicos con clima controlado, como centros comerciales.

Fomentar la formación de sistemas de amigos con vecinos, familiares y amigos puede proporcionar a los adultos mayores una red de seguridad esencial en los días de calor extremo.

Los medicamentos de venta con receta médica pueden interferir con la termorregulación y el equilibrio de líquidos, incluidos los diuréticos, laxantes, anticolinérgicos, antipsicóticos, antidepresivos y agentes antihipertensivos.

Los médicos y farmacéuticos deben educar a los pacientes y sus familias sobre qué medicamentos pueden aumentar el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor y recomendar ajustes en la dosis y la frecuencia según lo indicado en los días calurosos. La puesta en práctica de estas recomendaciones podría respaldarse con campañas educativas de organizaciones profesionales y agencias de salud pública y aumentando la conciencia pública a través de los medios de comunicación.

Las clínicas y los hospitales pueden adoptar planes de acción contra el calor extremo, como por ejemplo:

  • Cancelación de citas no urgentes.
  • Sustitución de las visitas por consultas virtuales.
  • Realización de visitas domiciliarias a pacientes adultos mayores vulnerables para abordar cuestiones relacionadas con la refrigeración, la hidratación y los ajustes en la medicación.

# Desastres climáticos

El cambio climático está aumentando la frecuencia, intensidad y duración de los desastres climáticos, incluidos huracanes, inundaciones, tornados e incendios forestales.

Los adultos mayores son muy vulnerables a las interrupciones relacionadas con los desastres, de la atención médica esencial y de los servicios de apoyo comunitario para el cuidado personal y las comidas a domicilio.

Los cortes de energía pueden interrumpir la tecnología de refrigeración y el uso de equipos médicos esenciales.

Existe una necesidad urgente de que los sistemas de atención de la salud preparen mejor a los médicos, las comunidades, los adultos mayores y sus familias para los desastres climáticos. La preparación anticipada incluye garantizar que los pacientes mayores tengan una lista activa de sus afecciones médicas, medicamentos y necesidades de tratamiento, contactos de emergencia y tomadores de decisiones sustitutos, y deseos de planificación anticipada de la atención.

Los adultos mayores y sus cuidadores también deben desarrollar planes de emergencia que incluyan la preparación del hogar para la evacuación (especialmente para los adultos mayores con discapacidad funcional y aquellos que usan dispositivos de movilidad) y garantizar el suministro de energía de respaldo para los equipos de refrigeración y los dispositivos médicos que requieren electricidad.

Las organizaciones comunitarias también pueden desempeñar papeles vitales en estas iniciativas.

Los desastres climáticos pueden intensificar el aislamiento social y la soledad al interrumpir las redes sociales y el acceso a los recursos comunitarios. La detección del aislamiento social es fundamental para preparar a los pacientes mayores para el calor y el clima extremos, y los profesionales de la salud pueden conectar a los pacientes con redes sociales limitadas con los recursos comunitarios destinados a reducir el aislamiento.

# Contaminación del aire

Los contaminantes del aire son emitidos por la combustión de combustibles fósiles para la generación de electricidad, el transporte y los procesos industriales, y el cambio climático aumenta la contaminación del aire a partir de fuentes como el humo de los incendios forestales y los cuerpos de agua desecados.

La contaminación del aire está asociada con aumentos de los eventos cardiovasculares y con enfermedades respiratorias.

La exposición a la contaminación del aire también está asociada con un mayor riesgo de afecciones neurológicas en adultos mayores, incluidas demencias y enfermedad de Parkinson.

Los médicos pueden ayudar a los adultos mayores a prevenir y mitigar los efectos de la contaminación del aire en la salud. Esto incluye identificar a los adultos mayores en riesgo que tienen enfermedades cardiovasculares y respiratorias subyacentes, exposición ocupacional o antecedentes de tabaquismo y aconsejarles sobre cómo seguir el índice de calidad del aire local.

En los días en que la calidad del aire es mala, se debe aconsejar a los pacientes que permanezcan en el interior y utilicen filtros HEPA, y si es inevitable viajar al aire libre, que consideren la posibilidad de utilizar barbijos al aire libre durante condiciones de calidad del aire peligrosas.

Fortalecimiento de los esfuerzos para abordar los impactos del cambio climático en la salud de los adultos mayores

Los esfuerzos de los médicos para reducir los impactos del cambio climático en la salud de los adultos mayores deben fortalecerse mediante acciones políticas basadas en evidencia y orientadas a la equidad en múltiples niveles.

Esto incluye:

  • Educar a los profesionales de la salud y al público sobre cómo reconocer y responder a los impactos del cambio climático en la salud.
  • Apoyar la investigación sobre el clima y la salud.
  • Aumentar la financiación para los esfuerzos de adaptación (por ejemplo, expandir la infraestructura verde y la cubierta arbórea, proporcionar aire acondicionado y máscaras respiratorias a los adultos mayores de bajos ingresos).
  • Inversiones en salud pública en sistemas de preparación, vigilancia y alerta ante desastres climáticos.
  • Iniciativas más amplias para terminar con la dependencia de los combustibles fósiles y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

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