Por errores de medición de los saturómetros de pulso, las personas de raza negra con Covid-19 consultaron más tarde durante la pandemia, y les fue peor que a otros. Una reciente nota publicada en JAMA (1) abordó el tema, y fue comentada en Science (2).
PUNTOS CLAVE
- La saturación de oxígeno periférica en las personas con mayor pigmentación en la piel puede estar sobreestimada.
- Esto quiere decir, que con saturación periférica de 92-96%, algunos individuos de raza negra con Covid-19 pueden tener una concentración de oxígeno arterial del 88% o menos (hipoxemia oculta).
- El retraso en el diagnóstico de la hipoxemia oculta es una causa de retraso, o de no dar la atención adecuada a un grupo de pacientes con Covid-19 (inicio de oxígeno suplementario o de tratamiento con dexametasona y remdesivir).
- La sobrestimación de la saturación periférica de oxígeno en los individuos de minorías étnicas con Covid-19 contribuye a no reconocer o a retrasar la identificación de hipoxemia en estos pacientes, y así retrasar o no indicar un tratamiento adecuado.
Se publicó el 31 de mayo en JAMA Discrepancias étnicas y raciales en la oximetría de pulso y retraso en la identificación y el tratamiento de pacientes con Covid-19, una investigación llevada adelante en 5 centros de salud del John Hopkins Health System, en Estados Unidos.
Evaluaron el «sesgo» de raza y etnia en las mediciones de los saturómetros de pulso, y en las conductas médicas tomadas a partir de estos resultados. Esto quiere decir, cuanto influye el error de los instrumentos de medición de los saturómetros en relación al color de la piel, en las decisiones médicas.
Varios estudios reportaron una sobreestimación sistemática de la saturación periférica de oxígeno, en relación con la saturación arterial, en las personas con mayor pigmentación de la piel, al compararlas con las personas de piel blanca.
Se reportó también que las personas de raza negra tienen una mayor mortalidad hospitalaria, en relación en parte con un retraso en la consulta.
El contexto médico
El verdadero «cambio de juego» en la pandemia del Covid-19 fue el uso del saturómetro (3). La saturación periférica de oxígeno medida por el saturómetro de pulso es una aproximación bastante precisa, dentro de ciertos rangos de oxemia, frecuencia cardíaca, tensión arterial y temperatura corporal, de la concentración de oxígeno en sangre, que solo puede ser medida con exactitud por medio de una muestra de gases arteriales, que es una maniobra invasiva.
Ante una enfermedad viral respiratoria nueva, sin tratamiento ni vacunas, la recomendación de las distintas sociedades científicas fue que los pacientes fueran manejados por medio de la telemedicina. En esto, el uso del saturómetro de pulso cobró gran relevancia: permitió estimar a la distancia la concentración de oxígeno en sangre de los pacientes, y así detectar a aquellos en los que este valor caía en reposo, o tras pruebas con ejercicios (con pruebas como el test de la silla, o el de marcha de 30 pasos).
La oximetría de pulso guió el triagge y las decisiones terapéuticas en el Covid-19. Este dispositivo actúa por medio de un haz de luz que mide cuan saturada está la hemoglobina de los glóbulos rojos de oxígeno.
Al usar un método basado en luz y color, sus resultados pueden estar influenciados por la iluminación del ambiente, así como por el color de la piel.
Una saturación de oxígeno periférica por debajo de ciertos valores fue la alarma de muchos médicos y pacientes de que probablemente el Covid-19 había progresado, y que ya no podía seguir su manejo a la distancia. Ese valor arrojado por un saturómetro fue muchas veces el pasaje a una hospitalización o consulta a un servicio de emergencias.
Un valor de 94% o menos en la medición del oxímetro de pulso, así como en la muestra de gases arteriales es indicación de iniciar tratamiento con oxígeno suplementario (un sinónimo de hospitalización en muchos de estos pacientes). Lo mismo sucede con la indicación de distintos tratamientos, como la dexametasona y remdesivir.
El estudio
El objetivo fue determinar las imprecisiones en las mediciones de los saturómetros de pulso, en relación a la raza y etnia del paciente, cuánto influye en los resultados médicos.
Detectar más tarde la hipoxemia puede llevar a atrasar la consulta a un médico asistencial, y de este modo el acceso a un tratamiento adecuado.
En los voluntarios, midieron la saturación de oxígeno por oximetría de pulso durante 10 minutos, y les sacaron una muestra de sangre arterial en simultáneo, para medir la saturación arterial de oxígeno, y ver si coincidían estos valores.
Incluyeron pacientes de marzo del 2020 a noviembre del 2021.
Se comparó por raza y etnia a los pacientes con saturación de pulso y concentración de oxígeno arterial disminuidos, si tenían hipoxemia oculta. Se definió a la «hipoxemia oculta» a una saturación de oxígeno por oximetría de 92-96%, pero como saturación arterial de oxígeno de menos de 88%. Esto quiere decir que ese déficit de oxígeno, sin una muestra de gases arteriales, no se detectaba.
Buscaron asociar las diferencias en la saturación periférica y en la concentración arterial de oxígeno, con la raza y la etnia.
El tener hipoxemia oculta implica consultar o iniciar un tratamiento más tarde, ya que el trastorno no es evidente en la medición.
Se evaluó también el retraso en el reconocimiento de la hipoxemia, en relación a la raza y etnia.
Los resultados
De 7448 pacientes evaluados en el departamento de emergencias u hospitalizados por Covid-19, incluyeron 1216 pacientes que tenían mediciones concurrentes de saturación periférica de oxígeno y de gasometría arterial, con menos de 10 minutos de diferencia:
- 470 (39.3%) de raza negra
- 460 (37.8%) de raza blanca
- 215 (17.7%) hispanos
- 63 (5.2%) asiáticos
- 507 (41.7%) eran mujeres
En total se tomaron 32.282 mediciones de saturación de oxígeno por oximetría de pulso y por gases arteriales.
Hipoxemia oculta se detectó en:
- 19 (30.2%) pacientes asiáticos
- 64 (29.8%) pacientes hispanos (no negros)
- 136 (28.5%) pacientes de raza negra
- 79 (17.2%) pacientes blancos
En comparación con los blancos, todas las otras razas/etnias tuvieron con más frecuencia hipoxemia oculta, es decir, que se sobreestimó más concentración de oxígeno en:
- 1.7% de los asiáticos
- 1.2% de los negros
- 1.1% de los hispanos no negros
En otro análisis, entre 1903 pacientes con un nivel de oxígeno estimado por saturómetro de 94% o menos, antes de tener una saturación de oxígeno de 94% o menos por gasometría, y así iniciar el tratamiento con oxígeno suplementario, compararon los resultados entre los individuos de raza negra, hispana y blanca: los de raza negra y de raza hispana no negra tuvieron un 29% y 23% menos de posibilidades de ser reconocidos para el tratamiento a tiempo.
En un total de 451 pacientes (23.7%) nunca se reconoció la hipoxemia oculta, lo que hizo que nunca recibieran el tratamiento adecuado.
De estos, 247 (54.8%), eran de raza negra. Entre los 1452 (76.3%) restantes, en los que se reconoció la hipoxemia oculta y se indicó el tratamiento adecuado, los pacientes de raza negra tuvieron un retraso de 1 hora, más que los de raza blanca, en el inicio del tratamiento. Con las otras razas no hubo diferencias significativas en el retraso.
¿Qué conclusiones sacamos de esta investigación?
En este estudio se pone en evidencia como las diferencias en la raza y en la etnia, por sesgos de medición de los saturómetros de pulso, se asoció con un mayor porcentaje de paciente de raza negra, asiática e hispanos no negros, en los que no se detectó adecuadamente el déficit de oxígeno, o esto no se hizo a tiempo. Esto atrasó o hizo que no recibieran el tratamiento adecuado del Covid-19, en estos casos, con oxígeno suplementario.
Éstas diferencias pueden haber contribuido a los peores resultados en los pacientes negros e hispanos en relación al Covid-19.