En una reciente publicación en STAT, una revista científica de salud y medicina de Estados Unidos, abordan la situación que estamos viviendo a nivel global tras casi 2 años de circulación exclusiva del Covid-19 y la vuelta al ruedo de los virus «clásicos». Lo revisamos en InfoMed.
Se publicó el 25 de mayo en STAT, una revista médica de Estados Unidos, Los virus que estaban en pausa durante el Covid están de vuelta, y se están comportando de maneras inesperadas (1).
Abordan la inédita situación epidemiológica actual que vivimos desde el inicio de la pandemia: casi 2 años con un virus responsable de casi todos los cuadros virales y prácticamente sin actividad o circulación de otros virus. Con el alivio de las restricciones de la pandemia, la vuelta a clases, al trabajo presencial y a la vida social, vuelven al ruedo también todos los otros virus, pero con un comportamiento distinto al conocido.
Los últimos 2 años se vieron las temporadas de gripe más bajas de la historia. Ahora, las hospitalizaciones por gripe están en aumento en los Estados Unidos (en mayo, avanzada la primavera, no en invierno). Lo mismo sucedió con la gripe en nuestro país, con circulación desde diciembre 2021 (casi verano) (2).
- El adenovirus 41, antes causante de cuadros gastrointestinales banales, ahora parece responsable de los casos de hepatitis aguda grave en niños sanos.
- El virus sincicial respiratorio (VSR), que generalmente causa enfermedades en invierno, generó grandes brotes en niños en el verano y a principios del otoño en Europa y Estados Unidos. Lo mismo sucedió en nuestro país, y sigue ahora que se acerca el invierno, con alta ocupación de camas hospitalarias (3).
- La viruela del mono o monkeypox, un virus endémico de África Central y Occidental, está causando un brote sin precedentes a nivel mundial, en una docena de países en los 5 continentes.
Estos virus no son diferentes a lo que eran en el pasado, pero nosotros sí. Adquirimos mucha menos inmunidad en este tiempo, lo que nos hace más susceptibles, y nos lleva a buscar un nuevo equilibrio post- pandemia con los microorganismos que nos infectan.
Lo que se dio es un fenómeno de disrupción de los patrones normales de infección. Fue una «luna de miel» para muchas infecciones.
Esto puede ser particularmente importante en las enfermedades en que los niños juegan un rol particular en la diseminación de microorganismos. Los niños pequeños, normalmente son «imanes» para los gérmenes, además de ser «amplificadores» de estos. Es decir, se contagian muchas veces, y diseminan microorganismos infecciosos.
La vida de los niños pequeños se vio profundamente alterada en la pandemia: no fueron a la escuela ni a guarderías. No se expusieron a personas por fuera de sus hogares, y cuando lo hicieron, en su mayoría usaron máscaras.
Los bebés nacidos durante la pandemia probablemente han entrado al mundo con menos anticuerpos (AC) recibidos de sus madres a través de la placenta (por ejemplo, sus madres no estuvieron en contacto con el VSR en el embarazo). Lo mismo sucede con los adultos.
Puede haber olas más grandes de enfermedades, con comportamientos atípicos, y cuadros más prolongados o más graves. Es decir, probablemente veamos enfermedades infecciosas conocidas, pero con comportamientos distinto al habitual.
En este contexto varias enfermedades endémicas pueden perder lo predecible que tienen muchas veces. El comportamiento de estas va a de depender tanto de la estacionalidad como de la magnitud de la inmunidad o de la no-inmunidad de la población (esto último es lo que creció con la pandemia).
Los expertos en influenza están preocupados de que la gripe vuelva en una forma más grave, lo que puede hacer que esta temporada de gripe sea muy mala. Durante 2 años casi no circuló, por lo cual menos personas tiene AC, y son más susceptibles.
Otro problema que vino con la pandemia: las menores tasas de vacunación en la infancia. Esto puede aumentar la incidencia de casos de enfermedades prevenibles por vacunas.