Una correspondencia publicada en The Lancet propone una interesante teoría acerca del origen de esta preocupante patología.
Un grupo de Investigadores británicos y de Estados Unidos publicó el 13 de mayo en The Lancet, Hepatitis aguda grave en niños: investigar los superantígenos del SARS-CoV-2 (1), donde analizan las probables causas de esta afección hepática grave en niños, de origen incierto.
Se reportaron casos en todo el mundo de niños que empiezan con síntomas gastrointestinales, que luego progresan a ictericia, y en algunos casos a insuficiencia hepática aguda.
¿Cuál es el origen?
- No se encontraron causas ambientales, ni los virus de la hepatitis A, B, C, D y E.
- Todo sugiere que la causa puede ser infecciosa: El 72% de los niños en el Reino Unido, a los que les hicieron una prueba diagnóstica para adenovirus, dieron positivo: todos para el adenovirus 41F (de 18 adenovirus posibles). Este es un adenovirus bastante común, pero antes no se lo había asociado a hepatitis agudas grave.
El SARS-CoV-2 se identificó en el 18% (11) de los casos del Reino Unido, de 97 casos en los que había disponible una prueba de SARS-CoV-2 al ingreso al hospital. Tres casos más habían tenido Covid-19, 3 semanas antes de la admisión. Mediante pruebas serológicas en curso probablemente se descubran más casos de infección previa por SARS-CoV-2.
11 de los 12 casos reportados en Israel habían tenido Covid-19 en los meses previos, y la mayoría de los casos fueron en pacientes que, por ser muy pequeños, no eran elegibles para recibir una vacuna contra el SARS-CoV-2 (es decir, no vacunados).
¿Cómo se asocian el adenovirus y el SARS-CoV-2 a lo que les sucede a estos niños?
La permanencia del SARS-CoV-2 en el tracto gastrointestinal (2), una posibilidad recientemente comentada en otra investigación, podría llevar a la eliminación recurrente de ciertas proteínas por el epitelio del tracto gastrointestinal, con un aumento de la activación del sistema inmune. Es decir, el tubo digestivo funcionaría como un reservorio viral, en el que se eliminan productos generados por el virus regularmente, que mantiene al sistema inmune activado.
Esta activación repetida del sistema inmune podría ser mediada por un superantígeno del SARS-CoV-2, con la proteína S funcionando en forma similar a la enterotoxina B del estafilococo, que gatilla una amplia respuesta inmune no específica.
Este superantígeno y la respuesta inmune que estimula se propuso como un probable mecanismo causal del síndrome inflamatorio multisistémico en niños (SIM).
Se ha reportado hepatitis aguda en niños con SIM, pero la co-infección con otros virus no se investigó.
¿Cuál sería el mecanismo fisiopatológico propuesto?
La hipótesis es que los casos de hepatitis aguda grave en niños podrían ser generados por una infección de un adenovirus con trofismo por el tracto gastrointestinal, en niños previamente infectados por el SARS-CoV-2, quizás con portación del mismo (reservorio gastrointestinal).
En ratones de laboratorio, las infecciones por adenovirus sensibilizan para el shock tóxico por enterotoxina B del estafilococo, que lleva a la falla hepática y muerte.
Este resultado podría ser por el sesgo inmune inducido por el adenovirus tipo-1, al igual que lo que sucede con la administración de la enterotoxina B del estafilococo, en el que hay una producción excesiva de IFN gamma y apoptosis de los hepatocitos.
Este grupo de Investigadores sugiere que a los niños con hepatitis aguda se les debería investigar la persistencia del SARS-CoV-2 en la materia fecal, los receptores de células T, y la regulación «en más» o up regulation del IFN gamma. Esto podría aportar evidencia sobre la participación de un superantígeno del SARS-CoV-2, en un individuo sensibilizado por una infección por el adenovirus 41F.
En este escenario, de una activación inmune mediada por un superantígeno, se deberían considerar las terapias inmunomoduladoras en los niños con hepatitis aguda grave. Esto podría ser una opción terapéutica en estos pacientes.
Todavía falta mucho investigar. Se suman día a día casos en todo el mundo, siendo hoy más de 400 niños, varios trasplantados y 12 fallecidos.