La inmunidad híbrida es una «súper» respuesta inmune contra el SARS-CoV-2. Esta se da en los individuos que tuvieron Covid-19 y que además recibieron una vacuna contra el SARS-CoV-2 (1). El término fue acuñado por primera vez en contexto del Covid-19.
Estas personas montan respuestas inmunes inusualmente potentes, que resultan en títulos de anticuerpos neutralizantes (es decir, aquellos que bloquean el ingreso del virus a las células humanas, e impiden la infección) 100 veces mayores que los generados por la infección, y 25 veces mayores que los generados por la vacunación. Estos anticuerpos incluso mostraron inmunidad cruzada entre las distintas variantes de preocupación del SARS-CoV-2.
Esta robusta respuesta inmune amplificada se debe a las células B de memoria, que son las células de la inmunidad que «recuerdan» un primer contacto con un antígeno, en este caso, el virus, y que van a madurar para generar linfocitos B. Estos linfocitos B van a generar un tipo de anticuerpos mucho más eficientes en la neutralización que lo que fueron en ese primer contacto con los distintos antígenos del virus, ya sea por vacunación, o por infección.
Lo mismo sucede con las células T, que también generan una mejor respuesta inmune celular que cuando «conocieron» al virus. Hasta el momento, sabíamos que duraba al menos 8 meses.
El nivel de protección de la inmunidad híbrida contra el Covid-19 sintomático (es decir, la eficacia de esta protección, haciendo una analogía con la eficacia a la que se refieren en los ensayos de las vacunas) es del 93-97%, cuando se la probó con distintas variantes de preocupación, previo a la circulación de Ómicron.
Las segundas dosis de vacunas, basadas en el uso de un antígeno, la proteína S, no aumentaron tanto el nivel de anticuerpos ni las respuestas inmunes celulares, como sí lo hizo la vacunación de los individuos con una infección previa.
El SARS-CoV-2 tiene 25 proteínas, por lo que la infección natural genera distintas respuesta inmunes, tanto contra la proteína S, como contra las proteínas no S del SARS-CoV-2.
Se publicó en The BMJ, el 20 de diciembre, La importancia de la emergente «inmunidad híbrida» de la India, donde analizan este fenómeno a partir de una investigación de Shenoy y colegas, que examinaron las respuestas inmunes de 1500 pacientes con enfermedades reumáticas registrados en un centro de salud especializado. Sus resultados fueron publicado en The Lancet el 22 de noviembre del 2021.
Formaron 4 grupos de 30 pacientes cada uno. La vacuna usada fue Covishield, que es la vacuna de Oxford-AstraZeneca fabricada por el Serum Institute de la India, el principal fabricante de vacunas del mundo. Los registros fueron hasta agosto del 2021. La edad media de los pacientes fue de 55.8 años, y el 88% eran mujeres (recordemos que la base de datos fue a partir de una población con enfermedades reumáticas, que son más prevalentes en el género femenino).
Evaluaron la respuesta inmune en cada uno de ellos:
– Grupo 1: Pacientes que tuvieron Covid-19 dentro de los 12 meses anteriores, y que se vacunaron a los 4-5 meses.
– Grupo 2: Individuos que tuvieron Covid-19 dentro de los 6 meses previos, pero que no recibieron ninguna vacuna.
– Grupo 3: Individuos que no tuvieron Covid-19, y que recibieron 1 sola dosis de vacuna.
– Grupo 4: Individuos que no tuvieron Covid-19, y que recibieron las 2 dosis de la vacuna (es decir, completamente vacunados).
En el primer grupo (individuos que tuvieron Covid-19 y que recibieron una dosis de la vacuna), el 87% tuvo una importante respuesta de anticuerpos neutralizantes, la mayor de todas (30% de los anticuerpos, bloqueaban la infección), versus el 60% de los que recibieron 2 dosis de vacunas (grupo 4). Todos en este grupo tuvieron seroconversión (es decir, que generaron anticuerpos), versus el 90% en los que recibieron 2 dosis (grupo 4).
Distintos ensayos mostraron una mejor respuesta neutralizante del suero de los individuos con inmunidad híbrida contra la evasión inmune de distintas variantes de preocupación como Beta (cepa sudafricana) y Delta (cepa de la India), en comparación con las muestras de los individuos vacunados, que nunca estuvieron infectados.
Los estudios de inmunidad híbrida son muy importantes en el contexto indio: de enero del 2020 a noviembre del 2021 tuvieron 2 olas bien marcadas, con 34.5 millones de personas infectadas (tiene una población de 1.38 billones de personas). Casi 350 millones de personas recibieron su primera dosis de vacuna. Muchos de estos individuos tienen hoy una sólida inmunidad híbrida. Las incógnitas ahora son cuánto dura esta inmunidad, y cuál será su eficacia sobre la nueva variante Ómicron.
Estos hallazgos pueden influir en las políticas de vacunación, y así comenzar a aplicar refuerzos a las poblaciones más vulnerables, que son los ancianos y los inmunocomprometidos. Este fenómeno contribuye con la inmunidad colectiva o de rebaño (aquella generada por una gran parte de la población, que sea altamente resistente a la infección y a la transmisión).
Probablemente la inmunidad híbrida haya jugado un papel importante en la finalización de la segunda ola de Covid-19, en la que Delta se calcula que infectó a casi a la mitad de la población, y en el retraso de la tercera ola (hoy la India promedia menos de 8 mil casos diarios).
Aún no está claro el papel sobre la transmisión de la inmunidad híbrida (es decir, en el bloqueo de la transmisión por parte de la personas que la tienen). Mientas tanto, hay que procurar completar los esquemas de vacunación y avanzar con las terceras dosis a nivel mundial.