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Suplementos de Magnesio para dormir: ¿Existe alguna evidencia?

Un tercio de la población adulta tiene síntomas de insomnio, una condición que aumenta el riesgo de presentar enfermedades tanto físicas como mentales. Los suplementos de Magnesio encabezan la lista de consumo de "góndola" de farmacia: se toman con todo tipo de objetivos, siendo uno de ellos, el dormir mejor, aunque la evidencia de su beneficio, es contradictoria. Un reciente ensayo clínico publicado en la revista de la Sociedad Europea de Medicina analizó el efecto del magnesio en el descanso nocturno. Lo resumimos en INFOMED.

Puntos Clave

  • Aproximadamente 1/3 de la población adulta relata trastornos del sueño, en particular, insomnio.
  • Las intervenciones comunes para tratar los problemas del sueño, ya sea fármacos de venta libre o bajo receta, tienen una eficacia limitada, efectos adversos y en ocasiones, riesgo de dependencia, lo que hace que muchos pacientes se resistan a su uso.
  • La evidencia al respecto de esta suplementación en adultos sanos, sin un déficit documentado, y sin estar cursando un embarazo o con voluntar de concebir, dice que no hay evidencia a favor o en contra de esta práctica.
  • Los suplementos nutricionales siguen a la cabeza de las ventas, siendo su punta de lanza, los suplementos que incluyen magnesio en su formulación.
  • El magnesio es uno de los minerales más abundantes del cuerpo.
  • Estudios en animales mostraron que el déficit de magnesio puede llevar a la disminución de las concentraciones plasmáticas de melatonina, la “hormona del sueño”.
  • La suplementación de magnesio disminuye los niveles de cortisol, la “hormona del estrés”, lo que a su vez puede ayudar a “calmar” al sistema nervioso, y así colaborar con el sueño.
  • Un grupo de investigadores de Estados Unidos se propuso probar la eficacia de la suplementación con magnesio para mejorar la calidad del sueño y el estado de ánimo de adultos con insomnio.
  • La población de estudio fueron 31 adultos con síntomas de insomnio, sin una causa clínica de este trastorno. Los pacientes que recibieron magnesio presentaron mejoras significativas en comparación con los que recibieron el placebo.
  • Se recomienda realizar ensayos clínicos a largo plazo en diversas poblaciones y entornos.

El problema

Aproximadamente 1/3 de la población adulta relata trastornos del sueño, en particular, insomnio. Sabemos hoy que el tener un buen descanso nocturno, tanto en cantidad, cómo en calidad, es uno de los 8 factores esenciales para tener una adecuada salud cardiovascular, junto con el tener una dieta saludable, hacer actividad física, mantener un peso corporal normal, controlar el colesterol, la glucosa en sangre y la presión arterial, y no fumar (2).

Las intervenciones comunes para tratar los problemas del sueño, ya sea fármacos de venta libre o bajo receta, tienen una eficacia limitada, efectos adversos y en ocasiones, riesgo de dependencia, lo que hace que muchos pacientes se resistan a su uso.

Soluciones mágicas

En países como Estados Unidos, hasta la mitad de los adultos consumió algún tipo de suplemento con vitaminas o minerales en el último mes, con el objetivo de preservar la salud, mejorar el rendimiento físico y/o mental, mejorar los niveles de energía, o dormir mejor.

La evidencia al respecto de esta suplementación en adultos sanos, sin un déficit documentado, y sin estar cursando un embarazo o con voluntar de concebir, dice que no hay evidencia a favor o en contra de esta práctica (3). No obstante, los suplementos nutricionales siguen a la cabeza de las ventas, siendo su punta de lanza, los suplementos que incluyen magnesio en su formulación.

El # 1: magnesio

El magnesio es uno de los minerales más abundantes del cuerpo.

Este funciona como un cofactor en numerosas reacciones enzimáticas. Algunas de ellas podrían influenciar el sueño, al modular vías que usan glutamato y ácido gamma-amino-butírico (GAMA), con la consecuente disminución de la excitabilidad del sistema nervioso.

Adicionalmente, el magnesio puede inhibir los receptores de N-metil-D-aspartato (NMDA), lo que promueve la relajación muscular a través de la disminución de las concentraciones de calcio intracelulares.

Estudios en animales mostraron que el déficit de magnesio puede llevar a la disminución de las concentraciones plasmáticas de melatonina, la “hormona del sueño”.

Además, la suplementación de magnesio disminuye los niveles de cortisol, la “hormona del estrés”, lo que a su vez puede ayudar a “calmar” al sistema nervioso, y así colaborar con el sueño.

En personas con deprivación del sueño se vio que pueden tener niveles bajos de magnesio en plasma.

Pese a estos datos, la evidencia acerca de su beneficio para un mejor dormir, es contradictoria y no concluyente (4).

Un nuevo estudio: magnesio para dormir

Un grupo de investigadores de Estados Unidos se propuso probar la eficacia de la suplementación con magnesio para mejorar la calidad del sueño y el estado de ánimo de adultos con insomnio.

Para eso desarrollaron un ensayo piloto cruzado, aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo.

Se excluyeron pacientes con insomnio grave, o sin insomnio (esto se casó en el Índice de severidad del Insomnio, ≥22, o < 8), enfermedades clínicas o psiquiátricas que justifiquen el trastorno del sueño, situaciones de estrés severo en las últimas 2 semanas, consumo de alcohol, fumadores y consumo elevado de cafeína (≥ 60p mg por día), embarazadas, y personas que ya tomarán algo para dormir.

La población de estudio fueron 31 adultos con síntomas de insomnio, sin una causa clínica de este trastorno.

Su edad media fue de 46 años. Su Índice de Masa Corporal promedio fue de 25.3.

Estos fueron asignados aleatoriamente a 2 grupos, a recibir durante 2 semanas:

  • Magnesio (1 gramo/día de Upgraded Magnesium ®, con cloruro de magnesio, 250 mg por cápsula, 30 minutos antes de dormir) (5).
  • Placebo.

Tras un período de “lavado” o “washout” de 2 semanas, los integrantes participaron en la condición alternativa.

Se completaron autoinformes estandarizados (es decir, Índice de gravedad del insomnio de 7 ítems, Índice de calidad del sueño de Pittsburgh, Cuestionario de Sueño Reparador, Cuestionario de dolor y sueño, Escala de fatiga de Flinders, Inventario de ansiedad rasgo, Escala de estrés percibido y Perfil de estados de ánimo), para medir los cambios en el sueño y el estado de ánimo, en las condiciones iniciales y posteriores junto con mediciones objetivas diarias de sueño y actividad (es decir, Oura Ring, un dispositivo electrónico en forma de anillo para medir) y eventos adversos. Los valores más altos de los cuestionarios implican resultados peores.

Los resultados: ¿Qué encontraron en este estudio?

Los pacientes que recibieron magnesio presentaron mejoras significativas en comparación con los que recibieron el placebo en:

  • Calidad del sueño. En el Índice de calidad del sueño de Pittsburgh, sobre 30 puntos totales, hubo una disminución de 1.96 puntos en relación con el placebo.
  • Estado de ánimo. Se vieron mejoras en parámetros como tensión (- 1.96 puntos), enojo (-3.02 puntos), y depresión (- 2.67 puntos). También hubo mejoras en la percepción del estrés, así como en la ansiedad y la sensación de cansancio.
  • Resultados de actividad (por ejemplo, duración del sueño, sueño profundo, eficiencia del sueño, preparación, equilibrio de actividad y preparación para la variabilidad de la frecuencia cardíaca).

Además, se observaron mejoras no estadísticamente significativas para los que recibieron magnesio, en comparación con los que recibieron el placebo en el Cuestionario de Sueño Reparador, el Inventario de Ansiedad, la Escala de Estrés Percibido y la Escala de Fatiga de Flinder (p > 0.05).

Respecto a la duración del sueño, principalmente en la primera semana, el grupo que recibió magnesio durmió cerca de un 12% más que el grupo placebo. Este efecto se atenuó un poco en la segunda semana.

No se reportaron eventos adversos, y la adherencia fue del 100%.

Las conclusiones: ¿Qué nos deja este estudio?

La suplementación con magnesio puede ser una intervención no farmacológica eficaz para promover el sueño y el estado de ánimo en pacientes con insomnio leve o moderado, sin una condición clínica que lo cause.

Se recomienda realizar ensayos clínicos a largo plazo en diversas poblaciones y entornos.

Este fue un ensayo pequeño, con pocos pacientes, pero que mostró cierta evidencia de calidad para fundar el uso de magnesio para dormir en estudios futuros con un número mayor de pacientes.

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