Sabemos que el invierno viene de la mano de un aumento del número de casos, consultas y hospitalizaciones por enfermedades respiratorias agudas. Pero, ¿pasa lo mismo con la mortalidad en los pacientes hospitalizados por esta causa? Revisamos en INFOMED una investigación publicada en The Lancet, donde analizan la relación entre la temperatura ambiental y variación estacional, en la mortalidad hospitalaria por enfermedades respiratorias. (1)
PUNTOS CLAVE
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La temperatura ambiente es un importante contribuyente ambiental para las enfermedades respiratorias: la exposición a corto plazo al calor y al frío, así como la variabilidad de la temperatura, aumentan la morbilidad y la mortalidad por enfermedades respiratorias.
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Incluyeron en el análisis más de 1.7 millones de ingresos hospitalarios por enfermedades respiratorias. La edad media fueron 60.4 años. 44.20% eran mujeres. Hubo, en total, más de 103 muertes. La edad promedio de estos casos fue 81.4 años.
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Vieron una fluctuación estacional inversa entre los ingresos hospitalarios y la mortalidad hospitalaria por enfermedades respiratorias.
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A diferencia de los ingresos hospitalarios, que son más altos durante la estación fría, la incidencia máxima de mortalidad hospitalaria se produjo durante el verano.
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Además, al analizar la asociación día a día entre la temperatura ambiente y los ingresos hospitalarios que resultaron en muerte, solo encontraron un efecto para el calor, lo que confirma los resultados obtenidos en el análisis estacional (es decir, mayor incidencia de mortalidad hospitalaria en verano).
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Se ve acá que las hospitalizaciones por enfermedades respiratorias fueron más frecuentes en invierno, pero que en verano, en proporción, la mortalidad fue mayor.
Frío, calor…
La temperatura ambiental es un importante factor relacionado con los problemas de salud respiratorios. La exposición a corto plazo al calor y al frío, así como la variabilidad de la temperatura, aumenta la morbilidad, y la mortalidad, por enfermedades respiratorias, especialmente entre las personas más vulnerables, que son las que tienen condiciones preexistentes.
Por la mayor exposición al calor extremo debido al cambio climático, así como por la creciente prevalencia de las enfermedades respiratorias crónicas, el envejecimiento de la población y la urbanización, se espera que aumenten los problemas respiratorios.
Por el contrario, los efectos negativos del frío, que hoy en día son mucho más comunes en los países extratropicales, podrían reducirse sustancialmente debido al calentamiento global.
Además, el cambio climático también lleva a una mayor variabilidad en la temperatura, lo que podría traducirse en una carga sustancial para la salud respiratoria.
El invierno: temporada alta
La fluctuación estacional en la mortalidad y en los ingresos hospitalarios por enfermedades respiratorias, con un pico en invierno (principalmente impulsado por infecciones respiratorias) y un mínimo en verano, es ampliamente reconocida en los países extratropicales.
Hasta la fecha, se sabe poco sobre la variación estacional en la mortalidad de los pacientes hospitalizados, un reflejo de la enfermedad grave.
El papel de la temperatura ambiente en la fluctuación estacional de la mortalidad hospitalaria sigue sin explorarse.
Por otro lado, aunque se ha descrito ampliamente que la exposición diaria al calor y al frío se asocian con un mayor riesgo de ingreso hospitalario por diversas enfermedades respiratorias (como neumonía, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o EPOC, y asma), hasta el momento ningún estudio se ha centrado en la fracción de hospitalizaciones que resultan en muerte y, por tanto, en los casos más graves de morbilidad.
Un nuevo estudio
Un grupo de investigadores de Francia y España analizaron la variación estacional de la mortalidad hospitalaria por enfermedades respiratorias, la contribución de la temperatura a esta variación estacional, y la asociación diaria entre la temperatura y la mortalidad hospitalaria por enfermedades respiratorias en las provincias de Madrid y Barcelona.
Este análisis es importante porque las muertes hospitalarias por enfermedades respiratorias, que representan una gran proporción de la mortalidad respiratoria total en España (64.4% durante 2016-2018), podrían ser más prevenibles que las muertes ambulatorias.
El objetivo del estudio fue analizar la asociación entre la temperatura ambiente y la mortalidad hospitalaria por enfermedades respiratorias en las estas 2 provincias españolas.
Para esto usaron datos sobre las hospitalizaciones diarias, el clima (es decir, temperatura y humedad relativa) y el grado de contaminación del aire (es decir, PM 2.5, PM 10, NO2 y O3) para las provincias españolas de Madrid y Barcelona, durante 2006-2019. Los análisis se estratificaron por sexo, edad y diagnóstico primario de hospitalización.
Los resultados: ¿qué encontraron en este estudio?
Se analizaron 1.710.012 ingresos hospitalarios de urgencia por enfermedades respiratorias:
- La edad media de los pacientes fue de 60.4 años. El 44.2% eran mujeres.
- De estos ingresos, 103.845 resultaron en muerte hospitalaria. La edad promedio de estos casos fue de 81.4 años.
Encontraron una fuerte variación estacional en la mortalidad hospitalaria por enfermedades respiratorias.
Si bien los ingresos hospitalarios fueron mayores en cantidad durante la estación fría, la incidencia máxima de mortalidad de los pacientes hospitalizados se produjo durante el verano, y estuvo fuertemente relacionada con las altas temperaturas.
Al analizar la asociación diaria entre temperatura y mortalidad hospitalaria, solo se encontró un efecto para las altas temperaturas. El riesgo relativo (RR) de hospitalización seguida de muerte en el percentil 99 de la distribución de temperaturas diarias, frente a la temperatura mínima de mortalidad (MMT) fue de 1.39 en Madrid y de 1.61 en Barcelona (es decir, un 39 y 61% mayor, respectivamente), en verano, respecto al invierno.
En términos de carga atribuible, las temperaturas estivales (verano del hemisferio norte, de junio-septiembre) fueron responsables del 16.2% y del 22,3% del total de hospitalizaciones seguidas de muerte por enfermedades respiratorias en Madrid y Barcelona, respectivamente.
Las mujeres fueron más vulnerables al calor que los hombres, mientras que los resultados por diagnóstico de ingreso mostraron los efectos del calor para bronquitis y bronquiolitis agudas, neumonía e insuficiencia respiratoria.
Las conclusiones: ¿qué nos deja este estudio?
A menos que se tomen medidas de adaptación efectivas en las instalaciones hospitalarias, el calentamiento climático podría exacerbar la carga de mortalidad de los pacientes hospitalizados por enfermedades respiratorias durante la estación cálida.