Revisamos en INFOMED un reciente artículo danés publicado en Preventive Medicine, que demuestra la asociación entre la distancia y la densidad de los locales de comidas rápidas, con el índice de masa corporal de 147.027 ciudadanos en Holanda.
Los entornos alimentarios poco saludables pueden contribuir a un índice de masa corporal (IMC-BMI, body mass index) elevado, que es un factor de riesgo clave, asociado a enfermedades crónicas como diabetes, dislipemia, hipertensión arterial y enfermedad cardiovascular.
El IMC es un número que se calcula en base al peso y la estatura de la persona (peso, dividido talla en metros al cuadrado). Se expresa en kilogramos/metros2 (1). Se considera sobrepeso un IMC >25 kg/m2.
Para la mayoría de las personas en un indicador confiable del exceso de peso o sobrepeso, y de la obesidad, lo que permite categorizar a los individuos y atribuirles un valor como factor de riesgo de distintas patologías, como la cardiovascular.
El sobrepeso se relaciona con un exceso relativo de ingreso de energía, relacionado con el gasto de esta. Clásicamente se consideró como el resultado de un fenómeno individual (es decir, de las personas), pero en los últimos tiempos se empezó a ver como cada vez más importante, el entorno o ambiente al que son sometidos los individuos.
La exposición a los locales de comida rápida es uno de los más destacados determinantes ambientales del sobrepeso. El número de locales que venden comida rápida crece con el tiempo. Generalmente son lugares de fácil acceso, que ofrecen comida económica y que se sirve rápido. Las porciones suelen ser de alta densidad calórica o energética.
En esta investigación danesa examinaron la asociación entre la exposición a establecimientos de comida rápida, en términos de proximidad y densidad, y el IMC en la población general adulta holandesa, de 19-91 años (es decir, cual es el IMC de las personas, relacionado con cuan cerca están de los locales de comida rápida, y de cuántos).
También investigaron en qué medida esta asociación fue modificada por el nivel de urbanización. Tomaron como áreas urbanas a aquellas con menos de 1.000 direcciones o domicilios por kilómetro cuadrado, y como áreas rurales a aquellas con más de 1.000.
En este estudio transversal, vincularon los domicilios de los casi 150 mil participantes adultos de la cohorte o grupo de estudio (n=147.027), con las ubicaciones de los locales de comida rápida, mediante la geolocalización (ubicación geográfica real de un objeto o persona a través de un sistema de posicionamiento, como por ejemplo un celular, programa o aplicación).
Se calculó la proximidad de los puntos de venta de comida rápida, y la densidad, dentro de 4 rangos: 500 metros, 1, 3 y 5 kilómetros de distancia.
Utilizaron modelos de regresión lineal multinivel estratificados (áreas urbanas versus rurales), ajustando por edad, sexo, estado de pareja, educación, empleo y densidad habitaciones del domicilio.
El IMC medio de los participantes fue de 26,1 kg/m2. El 54% de la población, tenía sobrepeso. Los participantes tenían una edad media de 44,9 años, el 57,3% eran mujeres y el 67% vivían en una zona rural.
Tener 2 o más (en áreas urbanas), o 5 o más (en áreas rurales) puntos de venta de comida rápida dentro de un radio de 1 kilómetro se asoció con un IMC más alto (32% más).
Los participantes con un establecimiento de comida rápida a menos de 250 metros de distancia, tuvieron un IMC más alto (30% más). En las zonas rurales, los participantes también tenían un IMC más alto cuando tenían al menos un establecimiento de comida rápida en un radio de 500 metros (10% más).
En conclusión, la exposición a puntos de venta de comida rápida dentro de 1 kilómetro del domicilio de residencia de un individuo, tanto en áreas rurales como urbanas, se asoció con un IMC más elevado.
Son muy interesantes las conclusiones de este trabajo de investigación. En el futuro, se debería evaluar la implementación de medidas que alejen los locales de comidas rápidas de los domicilios residenciales de las personas. Y nuevamente evaluar si estos cambios mejoran el promedio del IMC de la población.