Según un estudio publicado en MMWR el 18 de febrero, la efectividad de los refuerzos de Pfizer-BioNTech y de Moderna cae a partir de los 4 meses, aunque mantiene una buena eficacia en la prevención de la hospitalización durante la ola de Ómicron.
Durante la ola de Ómicron, las vacunas Covid-19 basadas en ARNm aportan, 2 meses después del refuerzo, una protección del 87% contra las consultas a la guardia de urgencias, y del 91% contra la hospitalización por Covid-19.
A los 4 meses, esta protección cae a 66% para prevenir las consultas al departamento de urgencias, y a 78% para prevenir la hospitalización por Covid-19.
Estos son los resultados del estudio publicado el 18 de febrero en MMWR, la revista del CDC (1), en Caída de la efectividad de la segunda y tercera dosis de las vacunas ARNm contra el Covid-19, asociada a las consultas al departamento de urgencias, consultas de urgencias y hospitalizaciones entre adultos durante los periodos de predominancia de las variantes Delta y Ómicron – VISION Network, 10 estados, de agosto del 2021, a enero del 2022. Los títulos de las publicaciones de MMWR no suelen ser muy comerciales, pero si son muy explicativos.
Los refuerzos de vacunas Covid-19 están recomendados por el CDC de los Estados Unidos para todas las personas de 12 o más años, que hayan completado su esquema primario de vacunación con una vacuna ARNm, y en los adultos inmunocomprometidos que hayan recibido una dosis adicional, como parte del esquema primario (si pasaron 5 meses o más de esta última dosis).
Ya sabemos que la protección aportada por las 2 dosis de una vacuna basada en ARNm cae con el tiempo, sin tener tan en claro la duración de la protección de las 3 dosis de estas.
Usaron un diseño de caso control con test negativo, para medir la efectividad de la vacuna Covid-19 para prevenir 2 resultados: consultas de urgencia o a guardias de emergencias, y hospitalización por Covid-19, en adultos de 18 años o más, en distintos puntos de tiempo, después de recibir una segunda o tercer dosis de vacuna, en 2 períodos: el de Delta como variante predominante, y el de Ómicron como variante predominante.
En este ensayo se consideró que las personas tenían 3 dosis si habían recibido 2 dosis de esquema primario + 1 refuerzo, o 3 dosis como parte del esquema primario. Evaluaron, en un período de 6 meses, 241.204 visitas al departamento de urgencias y 93.408 hospitalizaciones, en 10 estados de los Estados Unidos.
El ensayo empezó el reclutamiento de pacientes 2 semanas luego de que se aprobara la aplicación de la tercera dosis en los Estados Unidos (26 de agosto del 2021, 14 días después de la recomendación).
Se excluyeron del estudio vacunados con Johnson & Johnson, los que recibieron una dosis sola de una vacuna ARNm, y los que recibieron 4 o más dosis de una vacuna ARNm.
De las 241.204 consultas a urgencias, el 77% fueron durante la ola de Delta, y 23% durante la de Ómicron. De las personas que consultaron a emergencias, 46% eran no vacunados, 44% tenían 2 dosis, y 10% tenían 3 dosis.
La efectividad de las vacunas para prevenir las visitas al departamento de urgencias y hospitalizaciones fue mayor con 3 dosis que con 2, pero disminuyó con el tiempo, desde su aplicación.
Entre las personas hospitalizadas por Covid-19 en ambas olas, 43% eran no vacunadas, 45% habían recibido 2 dosis, y el 12%, las 3 dosis de vacuna.
En la ola de Delta , durante los 2 meses posteriores a la aplicación del refuerzo, la protección de 3 dosis de la vacuna fue del 97% contra las consultas de urgencia, y cayó al 89% a los 4 o más meses de la aplicación.
Respecto a la hospitalización por Delta, la efectividad de 3 dosis de vacuna en la prevención fue del 96% a los 2 meses, y cayó al 76% a 4 o más meses del refuerzo. Estos últimos datos pueden perder precisión, ya que no hay tanto individuos todavía que estén a más de 4 meses de haber recibido su refuerzo.
En la ola de Ómicron , durante los 2 meses posteriores a la aplicación del refuerzo, la protección de 3 dosis de la vacuna fue del 87% contra las consultas de urgencias, y de 91% contra la hospitalización.
A partir de los 4 meses de la aplicación del refuerzo, esta protección cae a 66% y 78%, respectivamente. Si evaluamos la protección de 2 dosis de vacuna contra Ómicron, dentro de los 2 meses de una segunda dosis la protección es del 71%, y cae al 54% a partir de los 5 lo más meses, de esta segunda dosis.
Actualmente Ómicron representa el 100% de los contagios en los Estados Unidos.
En la población estudiada, solo el 10% aproximadamente habían recibido un refuerzo, y más de la mitad de las personas hospitalizadas eran mayores de 65 años.
Al comparar la protección de los refuerzos conta Delta y Ómicron, la protección fue menor contra esta última.
Los datos de Ómicron para comparar la efectividad a 4 meses se basan en menos de 200 pacientes, en los que se había cumplido ese tiempo desde el refuerzo.
No se tuvo en cuenta en este trabajo el riesgo de infección, si las consultas a servicios de emergencias, y la hospitalización, como un indicador de enfermedad grave por SARS-CoV-2. Tampoco se tuvo en cuenta la mortalidad del Covid-19.
Este estudio muestra que pese al tiempo desde el refuerzo, las vacunas Covid-19 mantienen su efectividad para mantener a las personas fuera del hospital. Es por esto que todas las personas que sean elegibles para recibir un refuerzo, deben hacerlo, ya que estos previenen las consultas a emergencias y las hospitalizaciones por Covid-19.
El dato de que la inmunidad generada por las vacunas ARNm caiga en el tiempo a partir de la aplicación de las dosis de refuerzo o tercera dosis, marca la importancia de considerar en algún momento dosis adicionales para mantener o mejorar la protección contra la hospitalización, o las consultas al departamento de urgencias por Covid-19.
